Amaneciste Rosa

pálido

confusa.

Te vestiste

con tu mejor traje:

desnuda.

Saliste al balcón

dorada y fresca

Susurrabas

palabras eternas

encadenadas.

Tu equilibrio de barandilla

mil veces ensayada

-falló el engaño-

Caíste ángel

de alas cortadas

como el destino.

Tus manos ya,

Camelia,

ensangrentadas.

M. L. F.

Origen: «El poder de las letras»-«Página de escritores»…

28 comentarios en “No eres rosa eres camelia

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