Mi décima colaboración en “El poder de las letras”.
Una lengua de hielo
recorriendo
tu espina
dorsal.
Una explosión de calor,
ardiendo,
en tu pecho.
Tu estómago
agarrotado.
Tu cabeza
no es cabeza,
es un nudo de oraciones.
Con esto quiero decir que no se debe confundir un ataque de ansiedad con un ataque de pasión (sea cual sea esta pasión).
M. L. F.