Colaboración en «El poder de las letras».
Mis ojos ya no brillan con el fulgor del ayer.
Se han vuelto esquivos,
planos
tristes
vagos,
yo qué sé.
Hartos de tantas miradas sin vuelta;
de tantas miradas de mentiras llenas;
de tanto tanto que siempre les faltó.
Quemados de soñar tan lejos y no ver nada.
Rendidos, como vueltos hacia atrás.
Privados de la vida tras los cristales.
Rotos de promesas falsas de ir más allá.
Exhaustos casi
Casi muertos
Casi ahogados
sin llorar.
M. L. F.