Nada

Mantiene el brazo doblado para sostener un cigarro que se consume con sus pensamientos.

Va vestida de negro. Resalta su blanca cara, pendiente de un café que apenas ha probado, y la cartera morada reposando en la mesa.

Erguida sobre su silla, mira tensa hacia sus adentros. Sus ojos como dados la vuelta, marrones de añoranza.

No puedo adivinar lo que siente, lo que piensa. Suena a rictus. Huele a pérdida. Si la tocara se caería como una montaña de sal.

¡La veo, pero no la siento! ¡La pienso!, pero no logro escribirla… No toco su alma. No tiene aura. Está muy triste, quizás repasando algún tema pendiente.

Tal vez no piensa.

No puedo escribirla. No me dá nada. Y yo le estoy dando mis palabras.

No me he dado cuenta de que se ha marchado.

Adiós, princesa.

M. L. F.

 

33 comentarios en “Nada

  1. A senação de que o nada é tudo e o tudo é nada enquanto a palavra se transformam em cinzas de cigarro no conforto de um olhar perdido em uma xícara de café. Sempre teus textos são de rara beleza e profundidade onde «nada» se perde. Meu abraço.

    Le gusta a 2 personas

Deja un comentario